¡Bienvenidos a Estonia! El primer país digitalizado del mundo.

En 1991, cuando Estonia se independizó de la Unión Soviética, fue un problema para quienes lideraron la transición. No tenían constitución, democracia ni sistema legal. La infraestructura estaba deteriorada y dañada, y el sistema bancario estaba a varios años luz de distancia según los estándares occidentales. Quedaba un largo camino por hacer. En este país no disponían de grandes presupuestos para la reconstrucción: la crisis económica noqueó de inmediato al país, que pronto pasó de una relativa prosperidad bajo el paraguas soviético a un escenario de inflación disparada y PIB en declive. “En realidad, nosotros no quisimos crear un Estado digital. Era una cuestión de supervivencia. Enseguida nos dimos cuenta de que la Administración Pública y la burocracia gubernamental eran muy caras”, explica Linnar Viik, ingeniero y economista y el que apostó por una economía digital en Estonia. 

Tras el paso de los años, y el aumento del PIB per cápita en Estonia, este país optó por incrementar su inversión en gasto en I+D lo que posibilitó la creación de esta Economía Digital. La idea es digitalizar para reemplazar tareas manuales y que los trabajadores puedan enfocarse en otras que requieren mayor aportación humana. 

Hoy el 99% de los trámites oficiales —un total de 1.789— pueden realizarse en cualquier momento: el portal gubernamental está abierto las 24 horas de los siete días de la semana. Solo las operaciones inmobiliarias, casarse o divorciarse exigen su presencia física. Los estonios tan solo necesitan una conexión a Internet para votar, renovar su carnet de conducir, consultar las recetas médicas... 


Por tanto, ser un estado plenamente digital supone un ahorro a Estonia del 2% de su PIB anual en salarios y gastos. Estonia cuenta con más de 1.000 startups y el mayor índice de unicornios (empresa no cotizada con una valoración de más de 1.000 millones de dólares) per cápita de Europa, quizás incluso del mundo. 

Uno de esos siete unicornios es Skype, el servicio de videochat lanzado en 2003 en Estonia que Microsoft compró por 5.920 millones de euros hace una década. 

Ante la salida de Reino Unido de la Unión Europea, unas 4.000 empresas británicas se han establecido en el país báltico por su acceso a la UE, su ecosistema de startups, su modelo de sociedad digital y su sistema fiscal. 

Podemos decir que Estonia está encontrando su lugar en el mundo.

https://www.eleconomista.es/empresas-finanzas/noticias/11413179/09/21/Estonia-se-corona-como-rey-de-las-startups-gracias-a-su-modelo-de-sociedad-digital.html

https://elpais.com/elpais/2018/04/05/eps/1522927807_984041.html


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